Por Anna Vega de Karussa Yoga
A pesar de que su origen está estrechamente relacionado con el hinduismo, en la actualidad, el yoga es una práctica física y mental compatible con cualquier creencia, pues ya no se le asocia con ninguna religión, y no es una religión.
La práctica del yoga, como ya hemos mencionado antes, mantiene al cuerpo flexible, estira la columna, alarga los músculos, los tonificas y da masaje a los órganos vitales. Sus beneficios son enormes a nivel físico, psicomotor, cognitivo y socio-emocional.
El yoga te permite sentir equilibrio, fuerza, resistencia, capacidad pulmonar, mejorar tu digestión, el sueño, la concentración; además de que reduce el estrés, entre mucho otros beneficios.
Cuando practicamos yoga activamos distintos sistemas del cuerpo, como:
Sistema muscular : se relajan y se estiran los músculos, al mismo tiempo que los tonificas.
Sistema respiratorio: los ejercicios de pranayama regulan el funcionamiento de los órganos y del cuerpo.
Sistema endocrino: se estimulan las glándulas que regulan el funcionamiento de los órganos del cuerpo.
Sistema cardiovascular: las asanas y el pranayama son como un masaje al corazón y estimulan la circulación de la sangre.
Sistema óseo: todas las asanas giran entorno a la columna vertebral, por lo que favorecen su flexibilidad, además de que se estimulan los nervios que van a los distintos órganos del cuerpo.
Sistema linfático: se trabaja el sistema linfático, que nos ayuda a limpiar y desintoxicar los tejidos corporales.
Sistema digestivo: las asanas mejoran la función digestiva y extractora.
Al hacer del yoga parte de tu vida diaria, podrás observar cómo realmente es una práctica completa y cuales son los grandes beneficios de gozar cada asana y cada respiración.
Namasté