Por Violeta Hernández
Carta de liberación
Escribo con el corazón como un regalo al clan al cual pertenezco y, en el amor de Dios, los bendigo, pido perdón, y libero a todos mis antepasados, mis padres y mis hijos, de cualquier ofensa que otro clan haya recibido del nuestro. Pido perdón en nombre del que ofendió, de posibles pérdidas económicas, de herencia, de asesinatos y muertes repentinas y violentas, de enfermedades mentales y/o físicas, accidentes, violaciones, adulterios, hijos no deseados, hijos no nacidos, no reconocidos, incesto, abandonos, crueldades, suicidios, maldiciones, desarraigos y falta de amor; todo lo que ha afectado a mi clan y a otros a través del mío, trabajos forzados, esclavitud, guerras, todo aquello que fuera alguna vergüenza y limitación; por lo no dicho y toda memoria de dolor, para que ya no se siga perpetuando. Para mi mayor Bien y el de todos los involucrados.
Que la Paz divina sea para ustedes y todos nosotros.
Esta es una pequeña carta de liberación para nuestro sistema familiar, muchas veces no logramos entender por qué, una y otras cosas en nuestras vidas se siguen repitiendo sin sentido para nosotros, pero con sentido para nuestra alma.
Perdonarnos a nosotros mismos es un profundo acto de amor para nuestra alma y el mundo que nos rodea.
Es parte de un proceso que nosotros elegimos vivir; que también pertenece a nuestro sistema o clan y, que sin darnos cuenta, juzgamos lo que nosotros mismo somos y elegimos venir a vivir.
Sin duda, creo que el sentido de la vida es venir a sentir y tener experiencias que, a muchos de nosotros, por muchas, muchas vidas nos ha dado miedo SENTIR, pero que venimos a vivir cada una de nuestras emociones alegría, amor, felicidad, desamor, enojo, etc. y aprender a vivirlas sin miedo.
Nos han hecho creer que sentir duele, pero la realidad es que permitirnos sentir lo que sentimos nos evitaría muchas enfermedades y dolores.
Crecimos aprendiendo a no demostrar nuestras emociones.
“Mi mundo interior crea mi mundo exterior”
Tomar a nuestro clan nos da la posibilidad de cambiar nuestra mirada a nosotros mismos por una mirada de amor, de compasión, de agradecimiento por estar vivos y de fortalecimiento en nuestro día a día en esta vida que elegimos VIVIR.
Y no olvidemos que …
INFANCIA «Tus padres hicieron lo mejor que podían hacer con el entendimiento y la consciencia que tenían. No podían enseñarte nada que ellos mismos no supieran. Si tus padres no se amaban a sí mismos, no había manera de que te pudieran enseñar cómo amarte. No importa que tu infancia haya sido buena o mala: ahora, quien está a cargo de tu vida eres tú, y solo tú.
Violeta Hernández R.
Constelaciones de cargas espirituales
Para más informes puedes escribir a hola@www.iosoi.la