Por Anna Vega de Karussa Yoga
Cuando practicamos yoga es importante atender nuestra respiración ya que esta debe de ser únicamente por nariz aunque, a veces, el maestro se enfoca y da la instrucción de respirar y exhalar por la boca.
Últimamente, en mis clases, me he percatado que los practicantes olvidan respirar de manera consciente y lo hacen, esporádicamente; o también he notado que cuando una asana les está costando mucho trabajo, retienen el aire y lo sueltan hasta salir de la postura.
Para que tu asana esté completa y tengas el beneficio adecuado, debes de inhalar al entrar a la postura y exhalar al estar en ella, para volver a inhalar y exhalar varias veces ahí y, soltar el aire, al salir de la postura. De esta forma tu cuerpo podrá disfrutar con mayor profundidad y sentirás más ligereza en la asana y por consecuencia más gozo.
Ahora bien, date unas pausas cuando tú necesites; muchas veces no logramos el ritmo de una clase dinámica y solo nos sofocamos y cansamos.
Dosifica tu energía en toda la práctica, cuando necesites parar hazlo en balasana (postura del niño) y retoma tu práctica. Así sentirás que puedes continuar con calma y tranquilidad.
La respiración tiene que estar conectada con el movimiento de tu cuerpo, en la práctica estás en una “meditación en movimiento”; tu mente está enfocada en el momento presente y por lo tanto en tu respiración.
¡Contacta con tu respiración, movimiento y sensaciones!
Disfruta tu momento presente y siente las cualidades y beneficios que el yoga y la respiración te ofrecen.
Namasté
Anna Vega
Karussa Yoga
¿Te gustaría tomar clases de yoga en línea diseñadas especialmente para ti y en tu casa?
Escribe un inbox en Facebook de Karussa-Yoga