¿Qué fue lo que sucedió en tu vida que decidiste dormirte con sustancias en lugar de permanecer despierto para disfrutar el estar vivo? ¿Qué fue lo que te llevó a consumir y perderte en la sustancia que te transformó por completo en un ser extraño, que se fue consumiendo, poco a poco, hasta tocar el borde de la muerte? ¿Qué fue lo que me alejó de ti? Quizá el no querer verte sufrir más y no tocar mi propio dolor de perderte.
La sustancia te intoxica y aniquila tu ser, y entonces, dejas de ser tú.
¿Cuál es tu sustancia favorita para perderte? ¿Una sustancia ingerida, fumada o una persona?
Tienes que decidir entre abandonarla o abandonarte. ¿Porque siempre los extremos tocas y no puedes estar sin adicción, sin sujetar? Te niegas a liberar, en cada instante, como tu propia respiración, el porqué ingieres algo que nos daña y nos va matando poco a poco.
Dios permitirá esta experiencia porque eres frágil y vulnerable, y porque la sustancia es más fuerte que tú; pues tú mismo le has dado un poder que no tenía para llenar el vació de tu existencia, para calmar y anestesiar el dolor… No lo sé, el caso es que te pierdo cuando te pierdes a ti mismo.
Nadie puede rescatarte de ti mismo. Puedes convivir con otros seres que también están atrapados al igual que tú, pero el primer paso es saber con humildad que necesitas ayuda y aceptar recibirla… ¡No estás solo! Da el primer paso y acepta que la adicción a la sustancia salió de tu control.