Por Alicia Infante
El término “codependencia”, normalmente se asocia con el comportamiento específico de una persona frente a un familiar, ya sea nuestra pareja, padres, hermanos o hijos, y con quien presenta problemas de adicción, ya sea al alcohol, drogas, etc. Sin embargo, ahora se identifican estos rasgos en otro tipo de personas quienes no necesariamente tienen relación con una persona adicta pero que sí tienen un denominador común: sus historias de vida (infancia y adolescencia) que, en su mayoría, se desarrollaron en hogares disfuncionales y, en muchos casos, incluso violentos o con otro tipo de abusos.
En consecuencia a estas historias de vida, en la edad adulta un gran porcentaje de personas se involucran en relaciones afectivas en las que el comportamiento del otro es abusivo. La persona es incapaz de salir de la relación, tomando medidas asertivas para protegerse del comportamiento del otro, que no necesariamente es su pareja y que puede ser un familiar, el jefe o un amigo.
Una persona codependiente se entrega a una relación, casi hasta el sometimiento, por el miedo a estar sola o a ser “abandonada”, sin darse cuenta de que es ella quien se abandona a sí misma cuando no está en contacto con sus verdaderas necesidades. Este tipo de comportamiento no tiene nada que ver con el amor, pues es un comportamiento que viene de una carencia: sus propios vacíos internos que nunca podrán llenar con la presencia de alguien más.
En resumen, podríamos decir que la codependencia es la sombra del amor.
Mindfulness es una luz en esa sombra. Mindfulness nos ayuda a comprender que no se trata de la otra persona, sino de nosotros mismos, del amor y respeto que nos procuremos, haciendo consciencia de la responsabilidad que esto implica, aprendiendo a observarnos sin juicio y con compasión para, poco a poco, reaprender a amar y a relacionarnos de una forma sana y equilibrada, viendo por las necesidades del otro sin antes descuidar las nuestras, pues es, a partir de una sana relación con nosotros mismos, que podemos dar lo mejor a los demás.
Mindfulness nos ayuda a vernos como los seres completos que ya somos, y nos ayuda a aceptar nuestra historia de vida para poder transformarla. Mindfulness es, entre otras cosas, aceptación de lo que es, sin juicio. Una persona codependiente normalmente se trata a sí misma de forma muy dura, porque en el fondo sabe que necesita de los demás para poder ser, y no sabe cómo salir de ese círculo vicioso.
El no juicio, la aceptación de lo que es y la compasión desde una mente observadora son la mejor forma de amarnos a nosotros mismos, y esto es el primer gran paso para lograr relaciones sanas y en libertad.