Por Karina M. Ortiz Guerrero
Existe una tremenda confusión en torno al concepto de amarnos a nosotros/as mismos/as. Me parece que dicho desconcierto proviene de la falta de claridad en torno al objeto de amor: UNO MISMO. A muchas personas les suena a vanidad, porque lo piensan como un amor egocéntrico, la satisfacción egoísta de los deseos, el individualismo miope de estos tiempos; pero si observamos con más detenimiento podremos ver que esas formas de “amor a uno mismo” más bien son corazas que ocultan miedos, frustraciones, avaricia, resentimientos, y finalmente, falta de apreciación propia.
Algunas personas defienden la postura de ir en contra del EGO, que es percibido más como un enemigo que como un aliado, ¡pero por supuesto que hay que amarlo y valorarlo, pues es fundamental para nuestro crecimiento! Nuestro ego, el yo, nuestra personalidad, es el aspecto de nuestra psique que nos permite tener la serie de vivencias que se nos presentan día a día. Es, desde un punto de vista espiritual, el vehículo que le permite a nuestra Alma y Espíritu vivir una experiencia terrenal.
¿Cómo no amarlo? ¿Cómo no agradecer y bendecir cada día a nuestro cuerpo, esa máquina perfecta y sofisticada tan olvidada por muchos? ¿Cómo no agradecer y bendecir a nuestra mente maravillosa creadora de tanta belleza? ¿Cómo no agradecer y bendecir a nuestras sensaciones, emociones y sentimientos que nos hacen vibrar la vida?
Cuanto te amas así, el egoísmo tiembla de miedo, porque su semilla es la ausencia de amor y valoración. Cuando te amas así, tu visión se amplía y tu mundo crece cada vez más, conteniendo a todas las formas de vida. Cuando te amas así, entonces eres capaz de compartir y expandir tu amor al Universo entero. Cuando te amas no haces daño a otros seres, humanos y no humanos.
Existe una meditación budista llamada Metta Bhavana, Desarrollo del Amor Universal, está conformada por cinco estadíos, en cada uno se desarrolla y envía amor incondicional a otro ser, ¿sabes a quién colocamos en el primer estadio? ¡¡A Nosotros/as!! Porque esa es la base del amor en todas sus formas de expresión.
El amor a uno/a mismo/a, más que concepto, es una propuesta. El título de este texto hace referencia a una famosa frase de la maestra Louise L. Hay, quien hizo del amor su estandarte de sanación. Ella propone a sus pacientes y en sus libros que, cada vez que te veas a un espejo, te mires a los ojos y digas en voz alta o mentalmente: “(tu nombre), te amo y te acepto tal como eres”.
Finalmente, cualquier tipo de terapia te conducirá a esa conclusión y tendrás la certeza de que el AMOR lo puede todo, lo sana todo. Contacta contigo, disfruta tu compañía, regálate momentos para ti, disfruta sin egoísmo la vida que se te está ofreciendo… ÁMATE A TI MISMO/A.
Karina M. Ortiz Guerrero
Om shanti om