Por Bruno Díaz
¿Qué hacer con la tristeza y el llanto?
Cuando la tristeza recorre los callejones olvidados por la memoria de tus días, entra a los sótanos de la memoria y extrae perlas que brotan por tu lagrimal.
Un collar, una reliquia, la tristeza nos deja ver qué es lo importante y relevante en nuestra vida; se lleva lo que no es esencial y nos deja de frente con lo que queremos hacer de esta vida, de este tiempo. La tristeza es un collar de perlas creadas a partir de las lágrimas que limpian muy profundo y hacen espacio para cosas más genuinas, haciéndonos sentir así, más ligeros de los pies, el ánimo, el corazón y el pensamiento.
¿Qué hacer con la ira?
Con el fuego que consume tus entrañas, pueden echarse a andar muchas locomotoras de palabras y de acción. Sin embargo, ese fuego necesita leña para echar a andar los trenes. El fuego necesita consumir otra cosa que no sean tus entrañas; por ejemplo, la leña de los bosques de la injusticia, de la imperfección, de la injuria y de lo que no te parece.
La ira es del mismo tipo del enojo, solo que en una presentación desbordada. Esta energía, cuando la ponemos al servicio de la vida, nos ayuda a distinguir una cosa de otra, establecer límites; nos enseña a decir “no” o mostrar nuestra opinión y a hablar por nosotros; además, nos da fuerza para levantarnos en la mañana y tener un plan, y hasta nos da impulso para realizarlo.
Bruno Díaz