Por María Islas
Encuentra una postura cómoda y estable.
Descansa tus hombros, tus brazos, tus manos en la gravedad.
Cierra los ojos y siente tus párpados descansando sobre ellos.
Nota el espacio del entrecejo, nota qué tan relajado o tenso está en este momento.
Haz consciencia de la piel sobre tu nariz y pómulos.
Lleva la atención a tu mandíbula, nota si está apretada o relajada.
Toma una inhalación profunda por la nariz y exhala por la boca tres veces.
Retoma la respiración por la nariz y dibuja una sonrisa interna.
Con cada inhalación repite en tu mente «Yo».
Con cada exhalación, repite en tu mente «Soy».
Inhala, «Yo», exhala «Soy».
Asegúrate de que cada sílaba acompañe la duración total de cada inhalación y exhalación.
Realiza esto de 10 – 15 minutos.