Por Nina Llinares
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La malaquita puede perder su brillo si la limpiamos con sal diluida en agua, ya que es un mineral muy blando y delicado. Para su limpieza la sumergiremos en una infusión de salvia y la secaremos en toda su superficie. Para su recarga bastará con dejarla unas horas sobre una drusa de cristal de cuarzo.
Cuando sintamos que nuestra malaquita perdió su brillo y su natural viveza, además de limpiarla, recargaremos su energía mediante la aplicación de una gotita de aceite de almendras dulces, por ejemplo, o de oliva de acidez suave, y lo aplicaremos mediante un delicado masaje en su superficie.
En ocasiones podemos encontrar piezas de malaquita que presentan coloraciones azuladas, en este caso se le denomina malaquita-azurita, crisocola, etc., e. Igualmente, la limpiaremos y recargaremos de la misma manera, pues son minerales delicados y de poca dureza.
¡Deseo que te haya gustado!
Nina Llinares
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